Si, punto. Pongo el punto a este blog. De momento es un punto y seguido porque quizá un día vuelva, no lo sé, por eso no es un punto y final.
Han pasado muchas cosas en este paréntesis bloguero que me he marcado desde octubre y que han hecho que ponga punto a esta etapa.
La primera y más importante es que voy a ser mamá, la felicidad que estoy viviendo en estos momentos es absoluta pero estoy leeeenta, perezosa y sólo me apetece disfrutar de mi tripita y nada más. Al principio, me encontraba fatal, pero fatal fatal y no paraba de vomitar. La comida me daba asco, olerla, verla y comerla con lo que el blog era incompatible con mi vida premamá... Continuamos con una mudanza que no hace falta que os diga que son horrorosas... Luego vino la Navidad, mucho trabajo, mucho cansancio... Y finalmente ha venido mi baja laboral que quiero disfrutar al máximo para preparar las cositas de mi niña, mimar a mi maridito, dar largos paseos por el Sardinero, ir de compras y pensar en nuevos proyectos y cositas que hacer, porque esto es el detonante decisivo: ya no tengo ilusión por el blog.
Me da tristeza decirlo, pero se acabaron la ilusión y las ganas, quizá algún día vuelva, pero hasta entonces ponemos un punto a esta etapa.
Gracias a todos los que me habéis seguido, gracias por seguir pasando por aquí aunque yo no estuviera, gracias por interesaos por mi, por preguntar a mi madre que por qué no publicaba... Gracias.
