Hoy hace un año que empecé este blog con la convicción de que nadie me leería, lo empecé en secreto, sin decírselo a nadie, ni siquiera a mi marido y hoy lo sabe prácticamente todo el mundo que conozco y me lee lo que yo considero muchísima gente ¡sobre todo porque mi familia me promociona una barbaridad!
Los que tenéis un blog lo sabéis, da muchas satisfacciones. No hay nada mejor que hablar con mi hermana y que me diga que una amiga suya ha llevado a un café la tarta de chocolate blanco que hice y que estaba muy rica, ¡me da el subidón!
Empieza septiembre, la vuelta al cole y al blog tras unas pequeñas vacaciones blogueras (las laborales dentro de poco). Para este nuevo curso tenemos recetas fáciles y de esas que dejas ojipláticos a tus comensales, dulces, saladas y todas con la especipicación de si son o no aptas para celíacos (para y por ti mami). ¿Os apetece ver qué hay preparado en esta cocina? Pues venga, manos a la masa que empezamos!!!!
La primera receta de la temporada, es de esas que no pueden ser más fáciles y cómodas de preparar. Se hacen mientras pasas el aspirador, haces los baños, planchas o ves a Ana Rosa, Mariló o la Griso... y cuando la pones en la mesa todos dicen ¡qué rico! y tú "me he pasado toda la mañana en la cocina" jejejeje, valen las mentiras piadosas de vez en cuando si sirven para que te ayuden a recoger la cocina!
INGREDIENTES:
- 4 filetes de pechuga de pollo
- 1 diente de ajo
- 1 rodaja de limón
- 1cdta. de pimentón
- 1/2 cta. de pimienta molida
- 1cta. de perejil
- Sal
- Aceite: cantidad necesaria para cubrir las pechugas
- 2 patatas
- 1 cebolla
PREPARACIÓN:
- Para las patatas:
Horneamos a 180º hasta que estén ligeramente doradas.
- Para las pechugas:
Pasado ese tiempo sacamos las pechugas del adobo y las hacemos a la plancha.