Después de este parón vacacional que nos hemos tomado volvemos a la carga con una receta contundente.
Tenemos la costumbre de cenar pasta los viernes para celebrar que llega el finde. Hemos estado mucho tiempo haciendo arrabiata sin parar, pero esta semana le hemos dado una vuelta de tuerca. No es una receta ligera, es de plato único, copa de vino y siesta. Y si eres valiente como nosotros y te lo cenas, no te queda más remedio que tirarte en el sofá a ver tres o cuatro capítulos de series...
Si no los quieres picantes, no le pongas la guindilla y tienes unos fusillis para todos los públicos. No dejéis de hacer esta receta porque está riquísima, palabrita.
Vamos allá.
1. Comenzamos picando la cebolla y la zanahoria y laminando el ajo. Lo hacemos a fuego lento hasta que la cebolla empiece a coger color. Añadimos la pimienta de cayena partida por la mitad.
2. Mientras tanto, quitamos la "funda" al chorizo y lo picamos. Lo añadimos al sofrito y salteamos.
3. Incorporamos el vino y dejamos reducir.
4. Una vez reducido el vino, añadimos el tomate triturado y dejamos cocer a fuego lento hasta que quede una salsa espesa.
5. Cocemos la pasta, escurrimos y mezclamos con la salsa.
6. Justo al momento de servir, rayamos el parmesano y espolvoreamos con el orégano.
2. Mientras tanto, quitamos la "funda" al chorizo y lo picamos. Lo añadimos al sofrito y salteamos.
3. Incorporamos el vino y dejamos reducir.
4. Una vez reducido el vino, añadimos el tomate triturado y dejamos cocer a fuego lento hasta que quede una salsa espesa.
5. Cocemos la pasta, escurrimos y mezclamos con la salsa.
6. Justo al momento de servir, rayamos el parmesano y espolvoreamos con el orégano.